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Filbita 2019

Filbita 2019

En esta nueva edición 2019 del Filbita, la curiosidad fue nuestro lema, guía, propuesta y filosofía. La curiosidad como una manera de ser y estar en el mundo.

Curiosos fueron los encuentros, curiosas las sedes, las lecturas y curiosos nuestros invitados y participantes.

Como ya es de costumbre, arrancamos en la Alianza Francesa, el viernes 15 de noviembre, con una jornada para adultos, docentes, educadores y bibliotecarios.

Nos dividimos en tres espacios con tres actividades/talleres distintos y con invitados de lujo. En la mediateca, la escritora peruana Micaela Chirif trabajó en el encuentro de la poesía, el texto y la ilustración: el libro álbum como una curiosidad en pleno desarrollo. Mientras, en la biblioteca (y por segundo año consecutivo), Ana Luz Chieffo y Laura Romano, nuestras compañeras de la Casona de los Olivera (en el Parque Avellaneda), trabajaron otro singular cruce entre el cuerpo en la literatura infantil, la imagen y los objetos de todo tipo: muchos disparadores, muchas revelaciones y emociones en esta “Colección portátil, segunda piel”. En paralelo, en una de las aulas, Horacio Cavallo (Uruguay) y Matías Acosta, compartían una experiencia única: el encuentro entre un autor y su ilustrador o cómo “ilustrar poesía o versificar la imagen” (tal y como se presentaban la propuesta de taller).

Pero aquí no se terminó nuestro curioso día.

Luego de una mañana más que intensa, nos fuimos todos para la Biblioteca Parque de la Estación, un antiguo galpón ferroviario renovado en biblioteca: allí charlamos, leímos y hasta escuchamos música.

A eso de las cuatro de la tarde, en la hermosa y fresca galería llena de luz, organizamos una posta literaria entre algunos autores y sus lectores. Laura ÁvilaPaula BombaraEduardo Abel GiménezNelvy Bustamante y Franco Vaccarini nos regalaron sus lecturas y abrieron el diálogo y la reflexión alrededor de los temas siguientes: ciencia y ficción, misterio, juegos de palabras, género y derechos de las niñas y los niños.

Mientras, en la sala de lectura principal, adentro, resistimos al calor con conversaciones sorprendentes: Carla BaredesSandra Comino y Carola Martínez dialogaron sobre (la importancia de) el uso de los libros informativos, las enciclopedias, la no ficción en las bibliotecas infantiles. Luego, cambiamos de rumbo y dimos el lugar que se merece (especialmente en los textos LIJ) a la ilustración. Marta Altés (España), Christian MontenegroRenato Moriconi (Brasil) y Mariana Ruiz Johnson intercambiaron sus experiencias sobre cómo abarcan y trabajan textos desde la perspectiva de la ilustración: plumas que escriben y que dibujan, dándole color, tintes y matices a la literatura infantil. Acto seguido, nuestra invitada de lujo y gran dama de la literatura infantil argentina Ema Wolf fue entrevistada por el genio de Mario Méndez, otra gran pluma de nuestra literatura.



El cierre fue una fiesta: Max AguirreMatías AldazHoracio Cavallo y Cristina Macjus respondieron, con textos inéditos y una canción ‒Max, en su faceta de cantante‒ a la pregunta: ¿Hasta dónde nos ha llevado la curiosidad?



El sábado 16, amanecimos nuevamente en la Alianza Francesa, con dos propuestas increíbles: desde España, Marta Altés y su energía contagiosa, dio un taller de tres horas basado en “propuestas de cómo crear un personaje”. Mientras, en la suntuosa biblioteca, el ilustrador brasileño Renato Moriconi nos regaló sus reflexiones y experiencias sobre el aspecto profundamente polifónico de la obra ilustrada. 

A la tarde, en el Museo de Arte Moderno, empezó una fiesta de la literatura y de la infancia: explotó el MAMBA de actividades, arte, talleres y lecturas varias. Es difícil resumir estos momentos de tanta alegría e intensidad. Sólo mencionaremos dos momentos: el principio y el fin, dignas metáforas de lo que fue una tarde única.



Para la apertura, contamos con la increíble colaboración de Mariana Cincunegui y su coro infantil. Los niños cantaron frente a diferentes obras del museo y cerramos con una jam de dibujo, lectura y música en vivo. Cubrimos el piso de papel e invitamos a nuestros participantes de honor, los niños, a dibujar con sus ilustradores favoritos mientras Mariana y sus músicos tocaban, cantaban e invitaban a diferentes autores a compartir sus textos. 

El domingo, como todos los años, “tomamos” la Casona de Olivera del Parque de Avellaneda. Actividades, talleres, dibujos, lecturas, rapeo y un cierre de lujo con Julieta Venegas, luego de unas lecturas de los “cuentos que cuidan”, una colección de relatos de Unicef Argentina.



​Curioso es el Filbita. Curiosa la propuesta de tanta mezcla y encuentros. 

Más curioso aún fue este año. Colmamos todos los espacios de alegría, arte, palabras y música, con una convocatoria asombrosa. Gracias por acompañarnos siempre con tantas ganas, sonrisas y energía. Nos vemos el año que viene. ¡Y les deseamos un año lleno de curiosidad!




 

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