Mulaca Cerámica.
Descubrí la cerámica el día que necesite darle otra forma a lo que venía haciendo. Mi primer experiencia fue con el torno alfarero y con la arcilla blanca, de aquí aprendí la multiplicidad de los colores y de las infinitas formas que nos posibilita la arcilla.
Con el tiempo me fui preguntando sobre el origen de los materiales. Fue entonces donde comencé a investigar las características de las arcillas que podemos cosechar, dentro de un paisaje urbano. Cuando tuve entre mis manos un pieza hecha con la tierra arcillosa de las calles de mi barrio, comprendí que la identidad de una pieza comienza desde el momento que conocemos la historia de ese suelo y su contexto.
Vivo en la cuidad y me fascina observar cómo la arcilla brota, así como las plantas, quebrando el concreto.