Un texto comunitario
Cadáver exquisito
Durante el fin de semana del Festival Internacional 2022, en la terraza del Recoleta hubo una computadora disponible para que el que quisiera sentarse a escribir, lo hiciera, continuando siempre el texto anterior. Participaron:
Elena, Delfina, Carla, Noe, Cristy, Josefina Delgado, Teo Villar, Mora, Lucrecia Bolognani, Noemì Margarita, Rocío Areal, Jores Noha, Ana Michaen, Guadalupe Zaragoza, Clara Vicentín, Lola Etala, Natalia Landsberg, Inés Iraeta, Diana Martin, Vera, abt, Mave, Sofía Ayala, Sergio Rosanovich, Pablo Bancalari, Violeta Fuego, Lucia Halpern, Ignacio Rodriguez, Gabriela Dimas, Tati Migliozzi, Carlos Arcando.
La hoja de la palmera se mueve con la brisa del principio del verano.
La Lala dice que le gustan las cosas amplias, dice que las cosas amplias le quedan bien a todo el mundo, porque de lo que se trata es de estar cómoda. Pero, a su lado, una amiga duda. Hay algo de la incomodidad que le cabe, que en la incomodidad se siente más viva, como si eso que aprieta, que punza, que duele, fuera la forma de recuperar el cuerpo, de saberlo propio y no de lo alguien distinto, lejano, otro. A veces se aburre de estar cómoda y se olvida.
A veces también se olvida que la noche cae.
Y el silencio estaba presente. Y los bordes cada vez más descosidos. Pero había que aguantar porque ya faltaba poquito para el viaje que tanto habían deseado.
Las alfombras repletas de plumas y polvo, parte del escenario frustrado por el vínculo roto. El bufó, con esos deseos rotos saliendo en forma de confeti. Ella lloró, para sus adentros.
y se preguntó cuántas lluvias más de colores estaba dispuesta a soportar.
si no sería más fácil levantarse de allí y buscar otro lugar donde estar cómoda, pero de verdad. donde todo no sea tan difícil.
Vuelve al verde brillante de la hoja que tirita de tan solo ser. Qué impotencia no poder dejarse llevar por el viento del estío, como la palmera y el canto de sus pajaritos.
Cuantas veces he venido a este lugar. La terraza, le decimos. Al principio era un asilo de ancianos, decían. Eso me daba un poco de miedo, no por los ancianos sino por sus historias y por la soledad.
Con el tiempo se fue transformando: musica, festivales de teatro, me acuerdo de un congreso feminista y fue aqui donde brindamos. Hubo variaciones pero si uno no estaba lejos valía la pena darse una vuelta.
Ahora, en una tarde primaveral, las palmeras me llevan a pensar en otras ciudades. los pájaros nos acompañan, pareciera que les gusta saber que jóvenes autores leen textos para otros.
Me alegro de habervenido, creo que me quedo un rato más.
Y entonces se me acerca una chica que dice que me conoce. Nos ponemos a hablar.
Creo que es la hermana de una ex pareja mía, a la que solo vi en una cena familiar. Me contó que su gato murió hace poco, y como se siente sola, estaba pensando en adoptar un animal que viva por un largo tiempo.
La gente siempre se acerca a hablarme y contarme sus problemas, tengo un imán para la desgracia ajena, quizás tendría que haberme dedicado a la psicología. Mi mamá dice que tengo cara de psicólogo, pero ni siquiera me importa lo que me cuentan. Escucho bla bla, muerte, bla bla soledad. Cómo si yo no estuviera solo, todos estamos solos y un gato o una tortuga milenaria no van a salvarnos de eso. Un elefante vive mucho tiempo, quizás le debería haber dicho eso y hacerme el gracioso. No me sale ser gracioso, no me buscan por mi gracia, me buscan porque tengo cara de que me interesa escuchar sobre cáncer y desgracias, sobre gatos muertos y casas abandonadas. Todavía estoy a tiempo de estudiar psicología y hacer algo con mi vida. Si, quizás si.
Hacer algo con mi vida ¿qué hay que hacer con mi vida? ¿Desenmarañar el ovillo y tejer un sweater? ¿Por qué dije ovillo? Es que no puedo ver cosas enredadas y mi vida me tiene atrapado, atrapado en un ovillo de pensamientos.
Hacer creo que me define: el psicólogo, el escritor, el asesino, el amante, la maestra. Hacen cosas,trabajan, hablan, viajan y se sacan fotos ¿quién soy si no hago? Acaso queda algo cuando se termina el ovillo de la vida si no hago? Mi vida es el material y yo el obrador. No puedo ser, no soy más que yo.
En los días fríos me desconozco más que en el resto de los días del año, por ahí soy flor, y solo necesito un poco de sol y calor para dejarme florecer, dejarme en libertad, a los colores, a los pétalos, a las ganas de estar, en el extenso jardín de esta enorme ciudad. Igual sé que no estoy sola, sé que nunca voy a estarlo y que habrán más días, llenos de esta primavera.
Sé que el sol volverá a alcanzar ese punto de altura en el que su luz se torna tangencial.En el que no alumbra como un faro desde su altura más absoluta;en el que tampoco deja a su paso horizontal, bajo sobre el horizonte, esa estela de luz por la que se vuelve territorio. Como cayendo oblicuo, en ese punto en el que tiempo y espacio, como dos ejes cartesianos, se encuentran, la luz de primavera rebota y regresa. Me regresa. Todo lo que soy a este redor, a esta circunstancia. A estas flores, a este aire colmado del color y el olor de lo vivo. A la estación que soy yo. Vivo y persisto, mientras que otros mueren y se mantienen sin esperanza, tengo fe, no en las circunstancias ni en el destino sino en mi que es todo lo que importa y basta, será tal vez cambiante la idea al final me mantengo vivo y eso es lo real.
Miro la terraza y los colores se sumergen en mí. No puedo creer lo que me pasa. Soy un arcoiris. Hay un arcoiris en mí.
El día 19 de septiembre fue el cumpleaños de mamá. Hubiera cumplido 48 años. Yo tengo 21 años. Supongo que no se habla mucho de la perdida de el ser que te dio la vida. Es “común” este tipo de pérdidas. Y realmente lo es. Pero que sea común no quiere decir que no tenga peso en la vida de la persona que lo necesita. Si hay algún lugar que exista el cielo o algún tipo de energía o demás con lo que sería el “más allá” , quisiera decirte que fuiste y que hiciste lo mejor que pudiste , con las herramientas que tenías. Y se que en esos momentos te sentías incomprendida… Pero si realmente existe este lugar y este mensaje te llega, quisiera decirte que estas siempre presente en mis decisiones y en mis sueños. Hiciste lo mejor que pudiste y ojalá algún día pueda ser tan increíble como tu lo fuiste.
alguna vez
cuando nos requebrajámos juntos
ambos, intencionalmente
nos hincábamos las manos
y sin limpiarnos, nos lamíamos las heridas
como animales salvajes
nuestra saliva limpia,
nos desinfectamos
nos herimos
nos curamos
en el dolor existís,
aprendé a doler.
Así como duele cada vez que te veo caer
crece el amor
y la esperanza de verte crecer
independiente y aun sin palabras
dependiente y aun pidiendo la teta
mimo y consuelo
soltandome de a poco y volviendo a mí
imaginando cómo seré de ahora en adelante que no soy sola yo
Jamás soy sola yo. Soy yo con mis sueños, con mis ganas, con mis miedos, con mis contradicciones.
Soy yo pero también soy todas las que fui
Y las que voy a ser.
Que se mezclan en un cadáver exquisito y construyen algo nuevo,
algo impensado para seguir.
Aunque te trabes en el medio del verso,
nadie supo nunca cómo seguir.
Había ataques de nervios con causas heredadas,
mamá no tenía tiempo de acurrucarme en esos años. Pero yo podía vivir igual. Envuelta en otras cosas, aunque no fueran de carne, aunque no tuvieran un nombre que pudiera articular.
Hoy va a ser el fin de todo eso.
La confianza puede ser algo nublado, pero algún día voy a empezar a despejar.
el futuro nos señala un camino que no sabemos hacia dónde va
teamo
tengo fomo del pasado
la añoranza me roba el sueño y ahoga parte de mi futuro
Incierto y luminoso, el abismo
imperceptible
…que se me figura recortado en momentos de duda, pero sobre todas las cosas en momentos de éxito, cuando todo adquiere otra velocidad.
y allí te veo…
el sol entra por la ventana, iluminando tus manos mientras trabajas,mientras acaricias tus ideas…
-Patatús!
Los amaneceres
Más hermosos que he visto, son los de invierno.
Te seguís riendo
La lengua recuerda
los placeres
y en el silencio que guarda
la boca, la palabra
me encuentra
Me ve
Me cuenta
Lo que quiere, lo que quiero
El deseo de tomar
De